Las cosas están malas, lo sé. La economía de la isla está en uno de sus peores momentos, también lo sé. Hay personas tratando de que se hagan valir sus derechos, lo tengo más que claro. Sin embargo, me opongo a la manera tan absurda en que lo hacen.
Empecemos por donde hay que comenzar: el principio. El pueblo está recogiendo firmas para que boten al gobernador de su puesto. Sí, el mismo hombre que ustedes eligieron para que se encargara de ese puesto. ¿Para qué pierden el tiempo? ¿Acaso recogieron firmas cuando el ex gobernador Fortuño botó a TODOS esos MILES de empleados públicos? Ah, eso pensé. Cuando Sila María Calderón cometió sus errores, ¿recogieron firmas? Cuando Pedro Roselló cometió los disparates que hizo, cuando jodió la tarjeta de la salud y cuando el tren apenas se podía usar porque estaba mal construido, ¿recogieron firmas? Sí, me lo imaginé. NO LO HICIERON.
Claro, menciono sólo algunos nombres, pero todos los gobernantes que se han sentado en La Fortaleza han cometido sus errores y si bien se ha alzado la voz de protesta, nunca se había intentado recoger firmas para algo tan ilógico como lo que quieren hacer.
Yo más que nadie entiendo el dolor y el sufrimiento de todos los boricuas que están pasándolas negras. En mi casa, estamos en la misma situación que ustedes, tal vez peor o tal vez un poco mejor. Y aunque dan ganas de protestar y demostrar que somos personas pensantes que no tenemos de tontos ni un pelo, con nuestras acciones y peleas absurdas demostramos que somos todo lo contrario.
Los boricuas quieren cambiar el mundo, sí. No piensan en cambiar a Puerto Rico, piensan a lo grande y se vuelven locos tratando de cambiar el mundo. El problema es que no podemos cambiar el mundo, si nosotros no intentamos actuar con madurez. Tenemos que cambiar nosotros mismos y defender nuestros derechos sin estar unidos a un partido político, porque son los derechos de Puerto Rico. No son los derechos de los PNP ni de los «anaranjados».
Si no empezamos a cambiar nuestra manera de pensar y ver las cosas, jamás saldremos del hoyo. Dejemos de pensar en lo negativo y verás cómo todo cambia. Claro, es difícil. Pero piensa por un momento una cosa, mientras intentemos luchar solamente con nuestro «corillo» del mismo color, otro boricua se quedará estanca’o por dejarlo solo en la lucha. Si el IVA es malo para nuestra isla, luchemos todos juntos, sin importar de qué partido político seamos. Sí queremos que nuestros legisladores cambien y se bajen el sueldo, tenemos que luchar todos juntos.
Ya se acabó el ¡ay bendito! Ya no hay tiempo para criticar la moral en calzoncillos. No puedes criticar una campaña política, cuando tu partido gastó más que ellos, tanto que eres el partido que más ha gastado a través de la historia. No puedes protestar para demostrar que tu partido es el mejor, cuando eres más corrupto que el que está allá arriba. No hay tiempo para comparar, este es el momento de luchar TODOS por PUERTO RICO.
Esto ya no es una lucha por ver qué partido político reúne más gente. Esto está malo, las cosas están yéndose hacia abajo y todavía peleamos porque «si un PNP va para esa marcha, yo no voy.» Ya ese tiempo pasó. Lamentablemente, no es un PNP quien va para la marcha, es un padre de familia, una madre que tiene un hijo con discapacidad mental o un trabajador que, gracias a los cambios en toda esta plataforma del gobierno, no se puede retirar en 2 años, sino en 10. ¿Me sigues? La que está a tu lado luchando por los derechos del pueblo no es «melona» ni popular, es boricua. Y tú como boricua, deberías dejar a un lado las inmadurez ridícula que tienes y apretar el culo y echar a Puerto Rico pa’ lante.
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