Mis amores antes de que se acabe el año, lean, sin equivocarse mi última reseña del 2014. Para empezar y perdonen el lucimiento, acabo de salir de la premier de “Taken 3: It Ends Here”. ¡Ah, lo siento! Tendrás que esperar una semana y dos días para poderla ver! No te preocupes, yo te diré todo.
¿Cómo contarte que mueren personas? Ah, si ya lo sabes. Papi Liam Neeson, que interpreta al mejor padre del mundo, Bryan Mills, mata a los malos. Pero, ¿cómo decirte que muere una persona muy importante? A lo que pienso cómo hacerlo te diré varias cosas importantes.
Taken 3 es obviamente la secuela de Taken 2 y es una película fantástica. Nada más les digo que la dirige Olivier Megaton y está escrita y producida por Luc Besson y Robert Mark Kamen. ¿Les parece familiar el nombre de Luc Besson? Si, él dirigió Lucy. Así que imaginen a este gran equipo haciéndose cargo de dicha película.
Cuando más feliz no podía estar Bryan Mills con su vida ya que todo en su vida estaba marchando en orden, lo acusan de un asesinato. Sí, lo acusan de matar, de degollar a una persona importante en su vida. ¿Su hija? ¡No! ¿Cómo va a morir alguien tan importante en la película? ¿Su mejor amigo? Fallaste, sigue pensando. No te lo diré.
Lo que si te diré es que esta vez vuelve a mostrar sus grandiosas habilidades para atrapar al verdadero culpable, sólo que es perseguido por un inspector de policía que es muy inteligente. En fin, como siempre, el SB (Súper Bryan), logra matar, correr, engañar y encontrar al culpable, sin dañarse el cuello de su camisa.
En muchas, muchas ocasiones, cuando hacen una segunda parte de una película, la dañan. A veces, la trama se pierde, la historia no es buena y aburre. Cuando se hace una tercera parte, la cagan sin remedio alguno. Pero cuando hacen Taken 3, donde el papi Liam Nesson sigue siendo el Dios, jamás la pueden dañar.
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