Quiero ser tuya, necesito sentirte dentro, completo. Quiero que me habites, que me penetres sin pensarlo, duro, como si no hubiese mañana.
Quiero que tu boca sea mi boca y que tus manos arrastrándose en mi piel me agranden el corazón hasta que estalle de placer.
Destrózame, descuartiza cada miedo que se esconde dentro de mí hasta que pueda zumbarme al vacío de tus brazos.
Quémame, quémame ahora y después. Quémame por dentro y por fuera con tus caricias inmensas.
Mójame, con tu boca, con tus gotas cuando caen en mi cuerpo perenne. Mójame hasta bañarnos los dos con tu saliva, necesito tanto de ti, como el Sol necesita del día.
La soledad no es suficiente para creer, para soñar. Ahora es cuando más te necesito cerca de mí, de mi ser, te quiero real, completo y no a medias.
Rásgame las vestiduras que se supone caigan al suelo con tus dedos. Llévate por favor cada sobresalto del recelo que siento al temer ser una contigo.
Bésame, pero quédate. Quédate hasta siempre, por siempre abrazándome el alma.