He intentado tres veces escribir lo que siente mi corazón en estos momentos. Aunque estoy segura de mis sentimientos hacia ti, a veces no sé cómo demostrarte que eres especial. Soy buena escribiendo, en algún momento te darás cuenta, sin embargo, cuando se trata de ti, no encuentro las palabras adecuadas.
Tal vez no lo entiendas ahora, pero cuando crezcas entenderás por qué tu mirada me congela. Entenderás que eres solo tú eres capaz de ser mi musa y a la misma vez hacer que desaparezca cuando te miro. Estoy enamorada, sí. De ti, de tu amor, de tus ojos saltones, de tus cachetes, de tu pelo.
Falta mucho para que puedas entender el título de mi escrito, pero lo que realmente importa hoy, es que no me hace falta esperar mi regalo en San Valentín porque ya lo tengo. A veces, pienso en que me encantaría que alguien tome mi mano y camine conmigo, pero tú agarraste mi mano desde el primer día en que te vi y no me di cuenta.
Los adultos, queremos muchas cosas que son buenas antes los ojos de la sociedad. En este mes, se regalan flores y chocolates. Esperamos con ansias una declaración de amor y que celebren con nosotros que somos amados. Pero no siempre tiene que ser así. No hace falta que la sociedad determine lo correcto, cuando solo tú eres quien sabe cómo ser feliz.
No me entiendes, sé que me miras raro porque cuando te veo, hablo de estas cosas locas mientras me brillan los ojos. Pero, hoy, quiero decirle al mundo que Cupido me flechó antes de San Valentín. Hoy, mi amor, eres tú. Mi luz, mi musa, la razón por la que sonrío.
Ya no necesito un chocolate la semana que viene. Me basta con perderme en tus ojos grandes como los míos. Tú, ahijada, eres el amor que tanto soñé. Ese por el que esperé y ese que cuidaré por siempre.
Hace tres meses, el amor más puro llegó a mi vida. Cada mes lo confirmo. ¡Feliz cumple mes a la musa más bonita que existe!