Ir a ver la película The Fault In Our Stars requiere una serie de pasos antes de sentarte en la sala. Tienes que llegar temprano. ¿Por qué? Es tan interesante que no vas a poder pararte ni una sola vez. Ok, llegaste. Ahora tienes que ir a la fila a comprar Pop Corn y agua. Mucha agua para que puedas bajar por lo menos los 237 «tacos» que te darán en la garganta. Si se te olvidaron los Klennex, procura hacer amistad con la que te atiende para que mínimo puedas llevarte 50 servilletas adiccionales.
Perfecto. Ya estás preparado para entrar. ¡Avanza! Si te duermes todas estas niñas y adolescentes de 12 a 16 años tomarán los mejores asientos. Sí, así me pasó anoche en su premiere. Casi casi sentada en la primera fila con el cuello vira’o. No quiero que te pase eso a TI.
Prepárate porque seguramente todas esas niñas se leyeron 2 veces al derecho y al revés la novela de la cual está basada esta película. ¿Qué quiero decirte? Que estes preparado para escuchar gritos y aplausos cada vez que aparezca en pantalla gigante uno de los personajes. ¿No leíste el libro? No hay problema, los gritos de esas adolescentes en pavera te darán la señal cuando entre un personaje asombroso. Además, no hace falta leer la novela. La película es bastante fiel al escrito.
Bueno ya que sabes que tienes que estar preparado mentalmente para estas cosas, te diré lo mejor. Si eres hombre y tienes pareja, déjala ir sola con sus amigas.
The Fault In Our Stars trata sobre la vida de Hazel Grace una joven que tiene cáncer terminal. No te diré qué tipo de cáncer tiene para no ser chota y para obligarte a ir. Los padres de Hazel quieren que ella esté feliz e insisten que vaya a un grupo de apoyo. Luego de pelear, decide ir y desde que llega a ese grupo su vida cambia.
Es en el corazón de Jesús (tienen que verla para que me entiendas) donde conoce a Augustus Waters, quien también tiene cáncer y se convertirá en el amor de la vida de Hazel y obvio, Hazel en el amor de él. Augustus tiene un mejor amigo, que se llama Isaac y es parte esencial en la trama de la película. Estos tres amigos, porque Hazel ahora es parte de ellos, te harán sentir una serie de emociones al mismo tiempo que será difícil aburrirte.
Si le pones empeño saldrás bipolar como yo salí anoche de ahí. Cambias de feliz a triste, de triste a asombrado, de asombrado a enojado y de enojado puedes morirte de la risa, con una facilidad que definitivamente, saldrás bipolar de esa sala.
No me da la gana de contarte más de la película porque yo me conozco y sé que si sigo, te diré quien muere al final, después de su pre funeral. ¿Ves? No puedo.
Eso sí, te dije que la vieras solo porque Augustus hace lo imposible para complacer a Hazel. No sólo quiere complacer a su novia, sino que quiere hacerla feliz. Tan feliz que la lleva a Holanda. O algo así. En fin, si no quieres salir más pela’o de lo que entraste, ve solo. Y deja que ella llore como una Magdalena junto a sus amigas. Si no me haces caso, terminarás celebrando tu historia de amor en la casa de Ana Frank, ya volví a decir algo. Y si es como yo, tendrás que llevarla a conocer a Julian Assange… así que pana mío, deje que su mujer vuele sola al menos cuando vaya a ver la película.
Volviendo a lo que sería una reseña de verdad, que por supuesto no la hice, es una película para toda la familia. Basada en el verdadero amor que se le puede llegar a tener a una hija, a un hijo, a una novia. Ellos saben que el cáncer acabará con sus vidas, pero jamás acabará con su amor. Porque tener cáncer solamente es, tener un día un poco más malo que el anterior.