Yo sé que nosotras las mujeres, en ocaciones tenemos un tipo de hombre ideal. No se confunda, nosotras somos un poco más sentimentales y soñamos con un hombre trabajador, detallista y con metas. Si ese hombre incluye un físico parecido al de Adam Levine o al de Bradley Cooper, mucho mejor, pero realmente eso NO importa para nosotras.
Soy una mujer con los pies bien puestos en la tierra y estoy muy consciente de que en mi isla hay unas «joyas» que dicen que «si el hombre no está bueno, no amol, que pa’ cá ni mire. De mi maíz ni un grano.» Lo acepto y me da mucha pena, por dos cosas. La primera porque sé que hay hombres maravillosos y maduros (que no son atractivamente muy lindos) que pueden llegar a ser esa pareja ideal. Y la segunda, sé que esos comentarios salen de la boca de mujeres que tampoco (para los hombres) son muy bonitas que digamos. Pero en este mundo donde todo es relativo, la belleza lo es aún más.
Al grano. Este «post» no es para las mujeres, así que tranquilas en otro momento las «quemo». Estas letras van dirigidas a todos esos hombres que están jode que te jode porque se «emabarraron» hasta los calzoncillos de una mujer hermosa, pero superficial. Ustedes los hombres son brutos, yo lo sé. Sólo basta con recordar a mi primer ex y al segundo, bueno al tercero, pero eso son otros veinte pesos. Los hombres no piensan más allá de 2+2=4 y se olvidan que nosotras somos bien, pero bien despiertas y buscamos lo que nos conviene o lo que es más atractivo para nuestros ojos. Claro, MENOS YO.
Hombre que ahora mismo lloras porque tu mujer está «janguendo» sin tí, fue tu culpa. Hombre que ahora mismo estás llorando porque tu novia te dejó por otro más «cool», fue tu culpa. Hombre que ahora mismo estás llorando porque tu «36-24-36» te dijo que no eras lo que ella buscaba, fue tu culpa.
Fue tu culpa porque hace seis meses rechazaste a la gordita que dijo que eras lindo. Sí, ¿te acuerdas? Cuando rechazaste a la chica con metas que prefería leer en vez de «janguear» todos los días. Sí, cuando te enamoraste perdidamente de «Fulana» la que está bien buena, pero se fija sólamente en el dinero que tienes. Sí, esa misma. La que por ser más flaca y linda que sus compañeras del trabajo se burla sin piedad. Chico, la que te dijo hace dos meses que estabas gordito que tenías que rebajar. Ujum, ya estás captando. Te enamoras de una Kathy Kaponi, pero quieres que sea como tu ex, esa que era real, sencilla y talentosa. Entonces, si quieres conseguir a una mujer de verdad, ¿por qué sigues detrás del culo de esas que tienen como prioridades viajar el mundo, dormir hasta tarde y modelar su cuerpo en las actividades sociales? Oye, eso está muy bien. Pero el problema es que no hay muchas que tengan esas prioridades y que también sean inteligentes o fajonas. Aquí son lindas y brutas. Las mujeres de mi isla son otra cosa, caballo.
Y si yo fuera tú, no gastaría el tiempo sabiendo que cuando vean a alguien con otro carro mejor que el tuyo, con más dinero y belleza te van a mandar pa’l carajo. Las mujeres superficiales se conocen a tres millas de distancia. Las mujeres superficiales son esas que siempre están hablando de la última cartera «Michael Kors» que se compraron, pero no saben quien es el presidente del Senado. Sí, fue tu culpa.
Realmente amé tu post. Simplemente estúpido y es lo que ocurre hoy en día muy a menudo. Como tu misma dices, «las huecas» saben que tendencia es la que marca hoy pero no saben absolutamente nada de quien es el presidente de Gabinete del Congreso (al menos en mi país) y luego se quejan. Ridículos. Pd: No hay porque estereotipar a las chicas inteligentes como. «Feas» o «gorditas» ( sin que esto tenga algo de malo por supuesto); ya que fácilmente pueden ser bonitas o atractivas y ser inteligentes. Mejor especificar a las superficiales en especial.
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