The Accountant 2 — El Excel asesino regresa

Lo sé, voy atrasada con esta reseña. Pero tengo excusa: estaba cuidando a una señora recién operada de la rodilla (mi mamá, no Jennifer Garner ni JLO, por si había dudas). Y entre suero, sillas incómodas de hospital y mucho frío, se me pasó un poco la fecha de entrega mental. Pero aquí estoy. Con café, con ojeras y con muchas opiniones sobre The Accountant 2.

¿Quién pidió esto? Nadie. ¿La vi igual? Obviamente. Porque si algo aprendí del cine es que nunca subestimes a un contador con traumas de la infancia, habilidades de combate nivel John Wick y una fascinación preocupante por los números primos.

Sí, volvió Christian Wolff, el asesino-con-casco-de-ciclista más metódico de la historia. Y volvió con todo: más frialdad, más matemáticas, y más escenas donde uno se pregunta si está viendo una película de acción… o una auditoría de Hacienda con efectos especiales.


Vamo’ al mambo que no los voy a tener aquí pa’ siempre. La secuela ubica la historia ocho años después de haber conocido al señor Christian Wolff en la piel de Ben Affleck. Y este, regresa al papel de Wolff, ese contable con autismo funcional que divide su tiempo entre llevar libros contables para criminales y volarle la cabeza a quien se equivoca al llenar el Excel. Aunque la película se tardó casi 10 años en llegar a la pantalla, la espera valió la pena para muchos fans.

Esta vez se mete en un nuevo enredo —obvio que sí—, acompañado por el siempre carismático Jon Bernthal, que interpreta al hermano con más músculos que paciencia.

La película empieza con buen ritmo durante los primeros 5 a 10 minutos, pero después de la escena en el bar y ese giro inesperado con Raymond King, la trama se viene abajo un poco. No sé, quizás soy yo, pero me dio la impresión de que están buscando a alguien sin un motivo muy claro. ¿Tú qué opinas? Aun así, la disfruté; la esperaba desde hace casi una década.

¿El argumento? Es como un Sudoku con balazos. Hay mafias, traiciones, más siglas gubernamentales que en una reunión del FBI, y momentos que hacen que pienses: “esto es absurdo… pero no puedo dejar de verlo”.


Te diré lo bueno y lo malo en menos na’ así que toma nota

Lo bueno:

  • Ben Affleck sigue haciendo magia con su cara de “tengo cero emociones, pero igual te mato con un lápiz”
  • La acción está bien coreografiada y tiene ritmo: no se siente larga ni te pide fe ciega como otras secuelas
  • La dinámica fraternal es de lo mejor: si te gustan los hermanos que se insultan mientras se cubren de balas, este es tu lugar feliz
  • Tiene acción y humor

Lo malo:

  • Hay momentos que se toman demasiado en serio para una película sobre un contador asesino. Relájense, muchachos
  • Algunas subtramas sobran o se resuelven con la gracia de un balance contable sin IVA.
  • En realidad no hay profundidad en la trama


¿Vale la pena?

Depende lo que busques. Si quieres disfrutar de acción y humor mientras ves la química perfecta entre Affleck y  Bernthal, adelante. Pero si estás buscando una película más profunda en el trama, podrías salir decepcionado.

Es como pedir sushi del mismo lugar de siempre: no es sorpresa, pero sabes que te va a caer bien. Y si no la viste por miedo a que sea solo “John Wick con calculadora”, te confirmo que sí lo es. Pero con un poco más de Excel y menos perritos.

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